martes, 27 de octubre de 2015

Déficit de competencias y las implicaciones que tienen en las políticas de empleo y formación


 LOS JÓVENES NO CONFÍAN EN QUE ESTÉN SIENDO PREPARADOS DE MANERA ADECUADA Y CON LAS COMPETENCIAS Y HABILIDADES QUE REQUIEREN PARA INSERTARSE EN EL CAMPO PRODUCTIVO”, afirma un estudio del BID denominado “Desconectados: Habilidades, educacióny empleo en América Latina”, esto precisamente “Ante los cambios acelerados que sufre la economía mundial, tanto por razones de su propia dinámica como de la crisis reciente”.

Es mas, este mismo estudio refiriéndose a la realidad actual decía que “Hoy, los jóvenes latinoamericanos que deciden ingresar al mundo laboral después de la secundaria arrancan en desventaja. Las herramientas que traen consigo son fundamentalmente aquellas que adquirieron durante su trayecto escolar. Y si bien es cierto que la familia también cumple un papel importante, la escuela debe prestar su concurso alineando las habilidades y competencias con aquellas relevantes para desarrollarse con éxito en el ámbito del trabajo y en la sociedad en general”.

En esa misma línea otra investigación, de la OCDE "HABILIDADES PERSPECTIVAS 2015: Juventud, competencias y la empleabilidad", determinó que “Durante el 2013 en los países de la OCDE, 39 millones de personas de 16 a 29 años de edad ni trabajaban ni estudiaban o se capacitaban (NINI), 5 millones más que antes de la crisis económica del 2008. Para el 2014 las estimaciones muestran una pequeña mejora. Las cifras son particularmente altas en los países del suroeste de Europa que fueron fuertemente afectados por la crisis. Por ejemplo, en Grecia y España, más del 25% de los adultos jóvenes eran NINIs en 2013. Aún más preocupante: cerca de 20 millones de jóvenes no están matriculados en la escuela ni buscan empleo. Por lo tanto, pueden encontrarse excluidos en sus países del alcance de los sistemas educativo y de seguridad social, y del mercado laboral. Estas cifras representan no solo una desgracia para las personas en cuestión sino también una inversión malgastada, debido a que las competencias adquiridas durante la educación no son empleadas en forma productiva, así también, representan una carga potencial a sus países: desde menor recaudación fiscal, pagos más elevados de seguridad social, e inestabilidad social que puede aumentar cuando parte de la población se encuentra desempleada y afectada moralmente. Los jóvenes deberían ser un activo de la economía y no un potencial pasivo”.

IMPACTOS DE LA TECNOLOGÍA Y LA CIENCIA EN LA DEMANDA Y CALIDAD DE EDUCACIÓN Y FORMACIÓN
Más dramático aun son conclusiones de últimos estudios como el de la OIT, afirma que “Los jóvenes de hoy no podrán escapar de la pobreza para 2030 si no tienen una forma de empleo”. Complementariamente asevera que las metas relacionadas con los ODS -Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU- reflejan este reconocimiento y el deseo de cambio, donde se otorga un papel crucial a la colaboración de los gobiernos y las instituciones públicas en todos los niveles para “alcanzar el pleno empleo de los jóvenes con eficacia, sostenibilidad y escala”. En base a la experiencia ganada la OIT recomienda priorizar cuatro ámbitos:
  • Impacto de la era digital, la revolución tecnológica está transformando el trabajo y las relaciones de manera radical, pero este cambio en el mundo es percibido de forma heterogénea.
  • Déficit de competencias, a fin de compensar las deficiencias de cualificaciones, es necesario mejorar las oportunidades para las mujeres, los hombres y aquellos que se encuentran en el extremo inferior del espectro.
  • Iniciativa empresarial y trabajo por cuenta propia, a nivel mundial, lo jóvenes tienen 1,6 mayores probabilidades que los adultos de ejercitar una actividad empresarial, que debe ser reforzada.
  • Empleos de calidad, las mediciones cuantitativas del empleo no reflejan la calidad del empleo y un conocimiento más profundo de las condiciones de trabajo actuales es indispensable.
Como parte de una respuesta institucional y con algunas líneas símiles a las señaladas líneas arriba, la Resolución y conclusiones sobre el empleo de la “103ª Conferencia Internacional del Trabajo” de la OIT, entre otras decisiones ha instruido la profundización de la investigación sobre los déficit de competencias y las implicaciones que tienen en las políticas de empleo y formación.

“Las experiencias de OIT/Cinterfor en acciones de asistencia técnica a distintos niveles están mostrando una mayor demanda por competencias de tipo analítico, para la interactividad en contextos no rutinarios y que implican capacidad de análisis, interacción, comunicación efectiva y resolución de problemas trabajando en equipo. Crecientemente los ambientes de trabajo incorporan tecnologías y medios para la operación que disminuyen la intervención directa en labores rutinarias que son llevadas a cabo por sistemas automatizados. Ello implica también una mayor complejidad en los conocimientos aplicados y mayores requerimientos en términos de educación y competencias básicas.”

ANTICIPAR LAS DEMANDAS DE FORMACIÓN EN UN MUNDO CAMBIANTE
Esta dinamicidad hace que sea una urgente necesidad una OPORTUNA determinación de las competencias que el mundo del trabajo hace a las instituciones de formación; por ello la OIT esta trabajando en metodologías para anticipar los cambios y generar las respuestas de transformación en los programas de formación en curso o de generación de nuevos programas. Esta metodología se basa en el análisis prospectivo de las tendencias tecnológicas y ocupacionales de un determinado sector ocupacional para establecer las demandas de formación y asegurar de esta manera su adecuación con los programas ofrecidos.

Esta metodología se asienta esencialmente en las articulaciones y sinergías con las empresas (públicas y privadas), las Universidades, y los centros de investigación, desarrollo e innovación para tener una actualizada y amplia perspectiva sobre la demanda del contexto tecnológico y ocupacional sobre los trabajadores y sus competencias.

LAS NUEVAS CARRERAS PROFESIONALES Y TÉCNICAS
Complementariamente, en cuanto a las nuevas Carreras y Tecnicaturas con mayor demanda, es preciso tener en cuenta la orientación de un artículo especializado de la revista “Forbes” denominado “Las nueve carreras universitarias del futuro” que probablemente tendrán mas oportunidades en el mercado de trabajo del 2022, en este trabajo se hace inicialmente un especial énfasis en que, se estudie lo que se estudie, hay dos cosas ineludiblemente importantes que se debe aprender y son la PROGRAMACIÓN y una SEGUNDA LENGUA como el Inglés:
  1. Matemáticas
  2. Robótica
  3. Ingeniería Agrícola
  4. Salud y biotecnología
  5. Derecho, con enfoque en la tercera edad
  6. Ingeniería cuantica
  7. Diseño 3D
  8. Artes liberales
  9. Ingeniería aeroespacial

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