LOS JÓVENES NO CONFÍAN EN QUE
ESTÉN SIENDO PREPARADOS DE MANERA ADECUADA Y CON LAS COMPETENCIAS Y
HABILIDADES QUE REQUIEREN PARA INSERTARSE EN EL CAMPO PRODUCTIVO”,
afirma un estudio del BID denominado “Desconectados: Habilidades, educacióny empleo en América Latina”, esto precisamente “Ante los
cambios acelerados que sufre la economía mundial, tanto por razones
de su propia dinámica como de la crisis reciente”.
Es mas, este mismo estudio refiriéndose
a la realidad actual decía que “Hoy, los jóvenes
latinoamericanos que deciden ingresar al mundo laboral después de
la secundaria arrancan en desventaja. Las herramientas que traen
consigo son fundamentalmente aquellas que adquirieron durante su
trayecto escolar. Y si bien es cierto que la familia también cumple
un papel importante, la escuela debe prestar su concurso alineando
las habilidades y competencias con aquellas relevantes para
desarrollarse con éxito en el ámbito del trabajo y en la sociedad
en general”.
En esa misma línea otra investigación, de la OCDE "HABILIDADES PERSPECTIVAS 2015: Juventud, competencias y la empleabilidad", determinó que “Durante el 2013
en los países de la OCDE, 39 millones de personas de 16 a 29 años
de edad ni trabajaban ni estudiaban o se capacitaban (NINI), 5
millones más que antes de la crisis económica del 2008. Para el
2014 las estimaciones muestran una pequeña mejora. Las cifras son
particularmente altas en los países del suroeste de Europa que
fueron fuertemente afectados por la crisis. Por ejemplo, en Grecia y
España, más del 25% de los adultos jóvenes eran NINIs en 2013. Aún
más preocupante: cerca de 20 millones de jóvenes no están
matriculados en la escuela ni buscan empleo. Por lo tanto, pueden
encontrarse excluidos en sus países del alcance de los sistemas
educativo y de seguridad social, y del mercado laboral. Estas cifras
representan no solo una desgracia para las personas en cuestión sino
también una inversión malgastada, debido a que las competencias
adquiridas durante la educación no son empleadas en forma
productiva, así también, representan una carga potencial a sus
países: desde menor recaudación fiscal, pagos más elevados de
seguridad social, e inestabilidad social que puede aumentar cuando
parte de la población se encuentra desempleada y afectada
moralmente. Los jóvenes deberían ser un activo de la economía y no
un potencial pasivo”.
IMPACTOS DE LA TECNOLOGÍA Y LA CIENCIA EN LA DEMANDA Y CALIDAD DE EDUCACIÓN Y FORMACIÓN
Más dramático aun son conclusiones de últimos estudios como el de la OIT, afirma que “Los jóvenes de hoy no podrán escapar
de la pobreza para 2030 si no tienen una forma de empleo”. Complementariamente asevera que las metas relacionadas con los ODS
-Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU- reflejan este
reconocimiento y el deseo de cambio, donde se otorga un papel crucial
a la colaboración de los gobiernos y las instituciones públicas en
todos los niveles para “alcanzar el pleno empleo de los jóvenes
con eficacia, sostenibilidad y escala”. En base a la experiencia
ganada la OIT recomienda priorizar cuatro ámbitos:
- Impacto de la era digital, la revolución tecnológica está transformando el trabajo y las relaciones de manera radical, pero este cambio en el mundo es percibido de forma heterogénea.
- Déficit de competencias, a fin de compensar las deficiencias de cualificaciones, es necesario mejorar las oportunidades para las mujeres, los hombres y aquellos que se encuentran en el extremo inferior del espectro.
- Iniciativa empresarial y trabajo por cuenta propia, a nivel mundial, lo jóvenes tienen 1,6 mayores probabilidades que los adultos de ejercitar una actividad empresarial, que debe ser reforzada.
- Empleos de calidad, las mediciones cuantitativas del empleo no reflejan la calidad del empleo y un conocimiento más profundo de las condiciones de trabajo actuales es indispensable.
Como parte de una respuesta
institucional y con algunas líneas símiles a las señaladas líneas
arriba, la Resolución y conclusiones sobre el empleo de la “103ª
Conferencia Internacional del Trabajo” de la OIT, entre otras
decisiones ha instruido la profundización de la investigación
sobre los déficit de competencias y las implicaciones
que tienen en las políticas de empleo y formación.
“Las experiencias de OIT/Cinterfor en
acciones de asistencia técnica a distintos niveles están
mostrando una mayor demanda por competencias de tipo analítico,
para la interactividad en contextos no rutinarios y que implican
capacidad de análisis, interacción, comunicación efectiva y
resolución de problemas trabajando en equipo. Crecientemente los
ambientes de trabajo incorporan tecnologías y medios para la
operación que disminuyen la intervención directa en labores
rutinarias que son llevadas a cabo por sistemas automatizados. Ello
implica también una mayor complejidad en los conocimientos
aplicados y mayores requerimientos en términos de educación y
competencias básicas.”
ANTICIPAR LAS DEMANDAS DE FORMACIÓN EN UN MUNDO CAMBIANTE
Esta dinamicidad hace que sea una
urgente necesidad una OPORTUNA determinación de las competencias que
el mundo del trabajo hace a las instituciones de formación; por ello
la OIT esta trabajando en metodologías para anticipar los
cambios y generar las respuestas de transformación en los programas
de formación en curso o de generación de nuevos programas. Esta
metodología se basa en el análisis prospectivo de las tendencias
tecnológicas y ocupacionales de un determinado sector ocupacional
para establecer las demandas de formación y asegurar de esta manera
su adecuación con los programas ofrecidos.
Esta metodología se asienta
esencialmente en las articulaciones y sinergías con las empresas
(públicas y privadas), las Universidades, y los centros de
investigación, desarrollo e innovación para tener una actualizada
y amplia perspectiva sobre la demanda del contexto tecnológico y
ocupacional sobre los trabajadores y sus competencias.
LAS NUEVAS CARRERAS PROFESIONALES Y TÉCNICAS
Complementariamente, en cuanto a las nuevas
Carreras y Tecnicaturas con mayor demanda, es preciso tener en cuenta
la orientación de un artículo especializado de la revista “Forbes”
denominado “Las nueve carreras universitarias del futuro” que
probablemente tendrán mas oportunidades en el mercado de trabajo del
2022, en este trabajo se hace inicialmente un especial énfasis en
que, se estudie lo que se estudie, hay dos cosas ineludiblemente
importantes que se debe aprender y son la PROGRAMACIÓN y una SEGUNDA
LENGUA como el Inglés:
- Matemáticas
- Robótica
- Ingeniería Agrícola
- Salud y biotecnología
- Derecho, con enfoque en la tercera edad
- Ingeniería cuantica
- Diseño 3D
- Artes liberales
- Ingeniería aeroespacial
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